martes, 27 de noviembre de 2012

Reflexión sobre el artículo "Cultura tecnológica y educación"

Después de la lectura del articulo “Cultura, tecnología y educación” de Álvaro Álvarez Revilla i Roberto Méndez Stingl creo que uno no se queda indiferente frente a estas tres relaciones. Personalmente pienso que, aunque haya sido muy difícil de leer dada la densidad del texto, he aprendido y ha sido una lectura extrapolable con mi futuro como docente.

Creo que en el texto se plasma muy bien las diferencias entre los tres conceptos principales como la ciencia -conocimiento puro, objetivo y racional-, la tecnología -un conocimiento aplicado, susceptible a ser utilizado para bien o para mal- y la sociedad -en la que actualmente nos encontramos-. 

No debemos olvidar, pues, como las personas depositamos plenamente una confianza en las nuevas tecnologías ya que la percibimos como una fuente de cambio y de progreso y como éstas cada vez son más utilizadas por la sociedad y como se están integrado, cada vez más y más rápido, en nuestra vida diaria. Pese a que por ejemplo a muchas personas, en nuestro caso los docentes en la tecnología en las aulas, les falta una debida formación para fomentar el uso de las nuevas tecnologías.

Estos autores se decantan por clasificar la tecnologías en diferentes grupos; el primero, las tecnologías organizativas que establecen reglas de acción para la sociedad como por ejemplo la caza; el segundo, las tecnologías artefactuales que proporcionan una unidad identificable integrada por componentes materiales y que la sociedad utilizan para desarrollar una actividad; el tercero, las tecnologías simbólicas que se identifican con los signos, rituales, símbolos… como por ejemplo la moneda; por último, el cuarto, las tecnologías biotecnológicas, aquellas tecnologías cuyo componente principal incide sobre la vida biológica, como por ejemplo las vacunas.

A modo de conclusión, podemos afirmar que cultura, tecnología y educación están estrechamente enlazadas ya que una es consecuencia de la otra y, a más, se necesitan la una a la otra para irse desarrollando y progresando. Como futuros docentes, hemos de tener clara esta relación y profundizar en el aprendizaje continuo de las tecnologías para aplicarlas en clase para que los niños se incorporen desde bien pequeños a las múltiples tecnologías.

En la era de la información, las tecnologías son fundamentales para nuestros aprendizajes, para nuestra evolución y para nuestra inclusión en la sociedad.